“Rudo y Cursi” se titula una película mexicana, estrenada el año anterior, que habla sobre el fútbol profesional, sus sinsabores y contradicciones que lleva consigo. En la trama, dos hermanos pueblerinos llegan a triunfar en el fútbol mexicano de la mano de un argentino agente de jugadores, interpretado por el consagrado Guillermo Francella, luego caen en desgracia teniendo que regresar para siempre a su pequeño pueblo, amenazados de muerte y con uno de los hermanos amputada una pierna.
Francella destaca por encima de los célebres Gabriel García Bernal (Cursi) y Diego Luna (Rudo), se adentra en la piel del tipo que utiliza la inocencia de los hermanos pueblerinos para lucrar y luego cuando ya no le son útiles, botarlos al cesto, al fin y al cabo Francella es un agente de jugadores. Curiosamente en estos días se ha suscitado un hecho futbolístico digno de mencionar, Claudio “Taca” Bieler se fue de Liga y firmó un contrato con el Racing de Avellaneda, uno de los equipos más populares de Argentina y que cuenta entre sus famosos hinchas precisamente a Francella.
Cuando Claudio Bieler arribó al país hace como dos años, venía de una pésima campaña en el chileno Colo Colo, en donde por su mala racha, no jugaba y encima fue amenazado por los hinchas colocolinos. Bieler la pasó muy mal, lloraba a diario en Santiago. Pero en lugar de regresarse a su pueblo, como el “Rudo” y el “Cursi”, el “Taca” tuvo una segunda oportunidad, llegó a uno de los mejores clubes del continente, en cuanto a trato a jugadores, y así con ese apoyo Bieler encontró la paz, destacó y de a poco la gente lo fue queriendo y el delantero respondió con goles, un idilio perfecto, que como en el fútbol, y en la vida, uno sabe que no iba a durar para siempre, que más temprano que tarde se tendría que ir.
Lo curioso y desleal, es que Bieler, suelto de huesos manifestó a los medios de su país, que está feliz de jugar allá porque “el fútbol ecuatoriano no es muy bien visto”. Se olvidó de todas las atenciones que le brindó el hincha en general, que incluso lo mocionaron para nacionalizarlo y que comande el ataque de la selección. Así pues, el “taca” ha denigrado el lugar que le dio de comer, donde tuvo la oportunidad de jugar, y en un grande, cuya vitrina lo catapultó a la fama. Bieler vino siendo un ilustre desconocido y se fue con un nombre, creo que le debe algo a Liga y al país. El hecho de que el futbol argentino resulta una vitrina internacional más importante que nuestro fútbol, es una verdad que no la podemos rebatir, pero Bieler no debió expresarse así, debió guardarse para él esa brillante conclusión, por que hiere el cariño que se ganó a fuerza de goles y no es justo que el último recuerdo que se tenga de él, sean los desaires de la ingratitud y el mal agradecimiento.
Así pues, sin rencores la mejor de las suertes para Bieler, que la rompa en Racing y el actor Francella grite sus goles. Ojala que no viva lo que vivió en Colo Colo, que no le pase lo que le pasó al “Rudo” y al “Cursi” que no tuvieron un segundo chance, porque esta vez el futbol ecuatoriano no le estará esperando con los brazos abiertos, para convertirlo en ídolo deportivo nacional.